Shalimar, la primera fragancia ambarina creada por Jacques Guerlain, celebra su centenario. Con motivo de esta ocasión excepcional, Guerlain desvela Shalimar L'Essence, una variante intensa que concentra los códigos distintivos de Shalimar en una verdadera quintaesencia. Un homenaje a la modernidad, la audacia y la eterna seducción de la fragancia femenina más famosa de Guerlain. Más que un perfume, Shalimar L'Essence es una declaración de amor. Una declaración de Delphine Jelk, Directora Creativa de Perfumería de Guerlain, al icono del patrimonio de la Maison y, en concreto, a su nota más emblemática, la piedra angular de su estela: la vainilla. Delphine Jelk ha añadido la preciosa tintura de vainilla de Madagascar, procedente del savoir-faire ancestral de Guerlain, a la etilvainillina de la fórmula original de Jacques Guerlain, para dotar a Shalimar de una nueva intensidad sin alterar su firma olfativa. Discreta y sutil, la bergamota ilumina el corazón floral, que combina el absoluto de rosa con la elegancia empolvada del lirio. Poco a poco, el ámbar de Shalimar se despliega, más profundo que nunca. Utilizada en gran cantidad, la vainilla le aporta nuevas facetas suaves, amaderadas y ligeramente curtidas. Para Shalimar L'Essence, Guerlain ha reinterpretado el logotipo de su frasco emblemático. Un guiño al Art Déco, movimiento artístico contemporáneo de Shalimar. Las letras, ensambladas en un logotipo gráfico y audaz, están elaboradas en un tono dorado que recuerda al de la fragancia. El frasco icónico, a la vez arraigado en su historia y resueltamente contemporáneo, tiende un puente entre el Shalimar eterno y el Shalimar del mañana.

Este Eau de Parfum Intense que celebra la vainilla en todas sus formas. Delphine Jelk ha añadido la preciosa tintura de vainilla de Madagascar, procedente del savoir-faire ancestral de Guerlain, a la etilvainillina de la fórmula original de Jacques Guerlain, para dotar a Shalimar de una nueva intensidad sin alterar su firma olfativa. Discreta y sutil, la bergamota ilumina el corazón floral, que combina el absoluto de rosa con la elegancia empolvada del lirio. Poco a poco, el ámbar de Shalimar se despliega, más profundo que nunca. Utilizada en gran cantidad, la vainilla le aporta nuevas facetas suaves, amaderadas y ligeramente curtidas. Envuelta en la comodidad de los almizcles, la estela inimitable de Shalimar alcanza su máxima expresión en esta encantadora variación contemporánea.