Lancôme presenta una nueva forma de entender la felicidad: una felicidad más urgente que nunca. Una invitación a vivir el momento, a sentirse libre, a disfrutar de las emociones y sensaciones al máximo.
Un mensaje de optimismo que se encapsula en la icónica sonrisa de cristal presentando la faceta más intensa y adictiva de La Vie est Belle. En el frasco, un intenso tono fucsia exalta la pasión y felicidad incandescente contenida.